sábado, 24 de mayo de 2008

Fin de semana


Sábado por la mañana. No, sábado por la tarde en realidad, ¿o es que las 12 y media corresponden a la madrugada o a la noche?. Bueno, sábado por la mañana-tarde entonces; ese momento donde el desayuno tiene pinta de almuerzo y el almuerzo, o viene muy temprano, o viene muy tarde. Afuera estaba despejado después de muchos días de lluvia, y en todas partes había noticias de los estragos que habían producido unas cuantas gotas que habían caído sobre una tierra que estaba muy seca. Desperté extrañamente animado, mientras Jeff Buckley comenzó a sonar en los parlantes de la radio que tengo acá. Pensé en levantarme y arrancar de esta ciudad por el fin de semana, la idea fue muy tentadora, pero tenía que quedarme aquí de alguna manera.

Pensé cómo poder arrancar quedándome aquí todavía, pensé cómo podía alcanzar la nube que estaba allá arriba, invitándome a flotar. Ella estaba en las montañas, y sabía que yo quería estar allá, mirando la ciudad. Pensé. Pensé otra vez... y otra vez, los ojos se me hicieron pesados, el cuerpo se alivianó, y ya no podía pensar.

Una luz se extendió ante mí, mientras yo flotaba hacia ella. Atrás iba quedando toda la vida, y no se molestaba en alcanzarme. La mente comenzaba a borrarse, los recuerdos se iban, y comenzaba a perder la noción de quién era, de qué estaba haciendo, y para dónde iba. La piel se me ponía de gallina, mientras unas cuantas notas acompañaban el viaje y las luces cambiaban de colores, armando una secuencia de esas que dejan pegados a los bebés. En un momento la luz blanca volvió a cubrir todo el espacio y dejé de escuchar.

No sentía, y mi cerebro comenzaba a adormecerse nuevamente. La vida se escapaba de mis manos, y cada vez entendía menos qué era una mano. Intenté gritar, peronomepusescuhar... sajakdjaosunffsvlaubvdhjfbgkahvgcdvvvvvvanvldubvadjbjkv.

Desperté, con el cuerpo completamente mojado. Había comenzado nuevamente a llover afuera, y yo partía hacía las montañas buscando mi nube.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Muerte


Cuando alguien se muere, el canto de los ángeles no se escucha, ni
tampoco la música incidental que uno se imagina.


sábado, 17 de mayo de 2008

Decisión


Afuera hacía mucho frío ese día. Ya estaba anocheciendo y ellos dos se iban a encontrar. Su historia era increíble, tanto que si existiera un destino, ellos dos estaban destinados a encontrarse, separarse, amarse y odiarse, pero al final terminaban siendo la persona más importante en el mundo para el otro. Ese día se iban a encontrar por primera vez en dos años: el no sabía bien en qué andaba ella, y ella no sabía bien en qué andaba él.

Se encontraron en París, la ciudad favorita de ambos, y cuando se vieron se dieron cuenta de que algo andaba mal. Ella no preguntó nada, sólo lo abrazó, lo besó apasionadamente, y lo cobijó como nunca.

Él, al sentir el calor de su amada, fue transportado a una secuencia enorme de recuerdos. Recordó cómo su mirada lo fulminó el día que se conocieron, hace ya tantos años, cuando eran jóvenes estudiantes de ciencias. Recordó su sonrisa, el primer paseo juntos a las montañas, la vez que se casaron, y recordó a sus hermosos hijos.

En ese momento él no podía ver cómo iba a poder seguir, así que trató de recordar cómo habían sido las enormes peleas que habían tenido, y la imagen de sus hijos muertos en el atentado fue la más cruel evidencia de cómo se podía jugar con las vidas de las personas para dejarlas convertidas en miserables pedazos de carne. Trató de darse ánimos internamente, pero su racionalidad no fue tan fuerte para que alcanzara la paz.

Apretó a su amada, y comenzó a llorar desconsoladamente. Sabía que no tenía salida, sabía que no podía no hacerlo, sabía... sabía que no podría vivir sin ella, ni tampoco con ella.

Finalmente, con los ojos cubiertos de lágrimas, se vieron a los ojos, y ambos entendieron que era inevitable. Él atinó a decir "perdóname, mi", pero ella le tapó la boca y lo besó. En ese momento juraron no separarse nunca más y las luces de la ciudad se apagaron.

Cuando se prendieron yacían dos amantes en el suelo, pero ellos dos habían sido transportados a las estrellas, donde podrían estar lejanos a la horrible humanidad que los había condenado, donde podŕian encontrarse con las luces de sus vidas, y donde podrían, al fin, ser felices juntos por siempre.

martes, 13 de mayo de 2008

Cambios


Afuera el sol está desapareciendo. Está dejando de alumbrar y comienza un nuevo reinado.

Sólo queda tomar un buen whisky y caminar bajo el frío bien acompañado.

Genial, el sabor se siente genial.

domingo, 4 de mayo de 2008

Furia II


Dando vueltas por internet me encontré con fotografías aterradoras de la erupción del volcán Chaitén. Los créditos van al diario La Tercera, donde tienen una impresionante galería de imágenes que muestra cuan grande está esta erupción. Las imágenes a continuación





Hoy ví en las noticias a gente diciendo que la columna de tefra ya va en 30 kilómetros de altura, y la erupción continúa. Definitivamente es la erupción más grande en Chile desde la del volcán Hudson en 1991, me atrevería a decir.

Más adelante escribo más.

Furia




Eso es una buena erupción. Cuando tenga más datos pondré algo más. Ojalá que no llueva allá en Chaitén, porque allí si que la cosa se puede poner fea; el problema es que en Puerto Montt está lloviendo... uf, mala cosa.