lunes, 18 de febrero de 2008

Paseo Cordillerano


Este fin de semana partimos con mi familia rumbo a Icalma, un pueblo en la cordillera de la IX región, que está a unos 15 km de Argentina. Partimos temprano el sábado desde mi casa y demoramos como una hora en llegar a la primera parada, en Cunco. De ahí seguimos hasta Melipeuco, el pueblo que está más cercano al volcán Llaima, justo donde terminaba el camino de asfalto, para dar paso al camino de ripio entre los cerros que nos llevaría hacia Icalma. El problema fue que, poco antes de salir de Melipeuco, un niño que iba en bicicleta a nuestra derecha se cruzó y chocamos con él. Afortunadamente sólo sufrió algunos rasguños (íbamos despacio), pero el susto fue enorme; yo mismo vi como una sombra de niño en bici pasaba por encima del capó del auto... brígido. Después llegaron los pacos, mi mamá fue llevada a Cunco para hacer todo el procedimiento de rutina y volvió como dos horas después, ya en un mejor estado de ánimo. Como el asunto no pasó a mayores y mi mamá estaba decidida a seguir hacia Icalma, seguimos. El camino que se veía era algo como esto



Después de una hora de camino complicado, llegamos a Icalma. Un poco antes del pueblo encontramos un camping (uno de los muuchos que hay por allí) y armamos el campamento. Una bonita foto de noche de donde estábamos es la que sigue



Y la vista de la laguna Icalma desde un cerro...



Caminando en los alrededores se puede notar algo de la historia geológica de la zona. En particular, encontramos un depósito enorme de piedra pómez, que pertenecería a una gran erupción del volcán Llaima hace ya más de mil años. Si consideran que el volcán está a unos 50 kilómetros de donde nosotros estábamos y miran la siguiente foto, se podrán hacer una idea de la magnitud que tuvo que haber tenido esa erupción



Ya al día siguiente partimos de vuelta a casa, pero no devolviendonos por donde fuimos, sino que subiendo hacia el norte por la cordillera, bajando cerca del túnel de las Raíces, para llegar a Curacautín, luego a Lautaro, y luego a mi casa. El camino es impresionante; de partida, tras dejar la laguna Icalma sigue un buen tramo de pampa, algo así como esto:



Sin embargo, el camino iba cambiando gradualmente mientras avanzabas por los casi 60 kilómetros de extensión que tiene. La pampa iba dando pie a bosques y bosques de araucarias, similares a los que nos acompañaron en Icalma; algo así como esto:



Ya después del hermoso y complicado camino, llegamos a la carretera. De a poco fuimos dejando los grandes cerros con bosque nativo atrás y nos acercábamos a la parte central de la región, llegando en la noche a la casa. Cansados y todo, no quedó espacio más que para una ducha, una comida, y a dormir. A esas alturas las quemaduras poco importaban, el susto en Melipeuco había quedado atrás, y sólo quedaba el lindo recuerdo del relajo en Icalma.

Y, para finalizar, una última fotito de la laguna Icalma



Saludos,
Cristian

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola....
hola hola......
hola hola hola......

hoy amo las pirámides xd

Impresión y risa tu post...
se echaron al pendejo xd
joajoajoa...naa broma ^^

muy lindos lugares, bello campamento, espero que lo pasemos así de maravilloso todos juntillos.

besos!!


yo...
ello...
y super yo xD