domingo, 6 de abril de 2008

Salir


Es rico salir de Santiago, de verdad que es agradable. Para mí lo es especialmente en otoño, que es mi estación favorita.

Hoy salí de Santiago, rumbo a Viña, a ver a mis familiares y "celebrar" un cumpleaños conjunto. Celebración, con carrete y todo, no hubo. Si hubo un excelente tequila, una ida a ver 31 minutos al cine y una jugada de Need for Speed. Pero además hubo una pérdida de mis lentes de descanso en el bus que me llevaba a Viña, los que no han sido encontrados, y probablemente ya no vuelvan a mis manos... Obviamente es una joda gigantesca todo esto, porque implica usar plata que no tengo para comprarmelos, además de considerar alguna posible ida al oftalmólogo a analizarme los ojos (pese a que mi hermano Camilo dice que el análisis te lo hacen en la misma óptica ahora).

Lo más interesante de todo esto es que, pese a que perdí mis lentes, y que por culpa de eso por unos días tendré que evitar las pantallas crt (monitores y teles que no sean lcd ni plasma) y leer, aún sigo contento, respirando otro aire, viendo el cielo más azul, y sintiendo que hay Otoño fuera de Santiago, aunque nunca tan reflexivo como en el sur.

Habrá que seguir adelante, y disfrutar todo.

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